Definición del uso del color en NEO
El color es un tipo de estímulo visual que presenta ventajas iconolingüísticasIconolingüísticaEstudio de las relaciones entre el lenguaje de las imágenes –o lenguaje icónico– y el pensamiento visual individual y social, desde las perspectivas semánticas, sintácticas, prgamáticas y fenomenonlógicas. singulares respecto a otras elaboraciones humanas perceptibles como las formas, o el lenguaje verbal:
- provoca respuestas sensibles claras, diferenciadas, acotadas, específicas, predecibles y memorables
- tiene la capacidad de identificar de manera icónica, con rapidez y sin necesidad de recurrir a un lenguaje formal complejo
- produce registros e interpretaciones reconocibles más universales, no sujetos a codificaciones cerradas
El lenguaje del color
Elemento constitutivo fundamental de los significantes icónicos en los niveles más esenciales, a partir del color puede construirse un inventario de entidades aisladas y, al mismo tiempo, establecer interacciones armónicas entre estas entidades.
La sintaxis del color (la forma en que se organizan y ordenan los colores en contexto) permite elaborar inventarios contextuales complejos en los que, además, influyen las estructuras visuales formales y los entornos culturales en los que se desarrollan.
El uso intencionado del color en la comunicación merece una planificación detallada para que pueda cumplir sus funciones iconolingüísticas claves:
- expresivas/emotivas
- cognitivas/apelativas/exhortativas/conativas
- referenciales/representativas/informativas/simbólicas
- estéticas
- fáticas o de contacto
- metalingüísticas
- descriptivas
Definición de las constantes cromáticas en NEO
La selección y los modos de aplicación de los colores dentro del ámbito de la marca de identidad individual NEO obedece a procedimientos rigurosos cimentados en
- los esquemas cromáticos desarrollados para la marga GSG y
- las singularidades específicas de la Unidad Funcional Neonatología y Pediatría
- la adjetivación,
- el ordenamiento y
- la agilización
de las transferencias de información, capaz de transmitir un repertorio de ideas
- racionales y
- emocionales
El método de ejecución del programa de asignaciones cromáticas se compone de 4 pasos consecutivos:
- Definición de los resultados esperables a partir del uso del color.
- Elección del color básico que refleje los requisitos sumarios de la marca.
- Determinación de un esquema cromático basado en la elección de base.
- Perfeccionamiento de las variables teóricas en términos de aplicación práctica.
Programa de uso del color en NEO
Esquemas armónicos
El color fundamental de la marca NEO es el Naranja (específicamente el Pantone™ Orange 021), vibrante y energético, expresivo del movimiento, pero al mismo tiempo amigable y acogedor, menos avasallador pero más llamativo que el rojo, balanceado y con elevada visibilidad en cualquier entorno.
En óptica, el color naranja “puro” es percibido en las longitudes de onda que van aproximadamente ente los 585 a 620 nm, con un tono de 30 ° en el espacio de color HSV a máxima saturación y brillo..
En términos de tonalidad o tinte, el Naranja NEO está ligeramente más cerca del rojo (0°) que del amarillo (60°) en el espectro de luz visible, con una posición de 26° y saturación y brillo apenas debajo del 95%, lo que le confiere una capacidad de estímulo óptico muy alta, en especial cuando la iluminación es baja, tanto en contextos artificiales como naturales, y lo ubica en el rango de los colores denominados cálidos.
Desde un punto de vista psicológico colectivo, el naranja es asociado con la diversión, lo poco convencional, la extroversión, el calor, el fuego, el crepúsculo, la energía, la actividad, el riesgo, el otoño, los sabores y los aromas intensos, con una gran preferencia sensorial entre los niños más pequeños y cultural entre los mayores.
Como modelo de referencia para la asignación de colores a partir del color básico, utilizaremos 8 esquemas sencillos de combinación cromática:
- complementario
- de choque
- complementario dividido
- en tríada
- en tétrada
- en pentagrama
- análogo
- monocromo
Esquema complementario
Aunque el nombre parezca sugerir lo contrario, los colores complementarios no tienen absolutamente nada en común en cuanto a su composición dentro del espectro de luz visible, al punto que, sumados, se cancelan para dar lugar a un valor acromático en el centro de gravedad visual cuando tienen el mismo peso relativo.
En términos de estímulos visuales, el esquema complementario es, por un lado, una combinación que lleva al límite a la exaltación de los colores y produce un efecto de muy elevada vivacidad; por otra parte, esa oposición directa puede utilizarse para anular los efectos de uno o ambos colores (por ejemplo, en áreas de trabajo en las que prevalece la presencia del rojo –quirófano– el color complementario del entorno atenúa la respuesta a ese predominio por contraposición).
En la práctica, el logro de combinaciones armónicas requiere alterar las tonalidades, los niveles de valor y la saturación para conseguir asociaciones satisfactorias, en especial en las líneas de encuentro donde, si no se realizan ajustes, se provoca una elevada disonancia visual que acaba por volverse incómoda.
Esquema de choque
El esquema de choque genera un elevado impacto visual, pero menos perturbador que el que se produce con el complementario directo, en lo que se denomina una armonía compuesta, ya que se mantiene el contraste visual sin que se produzca la disonancia propia de la contraposición de los colores espectrales opuestos, ni la anulación por la superposición cancelatoria de los estímulos.
Resulta muy útil para su aplicación en signos de identidad de marca que deban comportar una presencia atractiva, impactante y llamativa, con un gran rendimiento luminoso.
Esquema complementario dividido
El esquema de división complementaria se utiliza con el color básico como tema principal, y los 2 contrapuestos como colores de acentuación.
Mediante esta armonía se aprovechan las cualidades de choque de los 2 colores adyacentes al complementario, del que, por añadidura, son análogos, en tanto se suprime la elevada tensión en el contraste.
Es un tipo de esquema armónico seguro, ya que en general garantiza resultados equilibrados sin necesidad de ajustes.
Esquema en tríada
La tríada tiende a producir armonías muy vibrantes, aun cuando se utilicen versiones de tintes con baja saturación; como en el caso de la división complementaria, es fundamental que se mantenga al color de base como dominante, y se destine a los otros 2 como colores de acentuación.
El esquema en tríada no ofrece tanto contraste como los esquemas complementarios, pero facilita el balance y la armonía entre colores, mientras mantiene una diferenciación visual fuerte que conserva la riqueza expresiva de cada uno de los componentes individuales.
El programa de uso del color en el GSG emplea al esquema en tríada como identificador general de cada una de las Unidades Funcionales mediante el acompañamiento del color básico con 2 bandas lineales superpuestas, conformadas con los 2 colores restantes del esquema.
Esquema en tétrada
Este esquema cuadrado agrega riqueza a la composición porque combina 2 pares de complementarios, pero, como en el caso de la tríada, es indispensable que el color básico sea dominante para que no haya desbalances debidos a las oposiciones demasiado marcadas.
Para conseguir un desempeño armónico, además de los aspectos tonales, es preciso prestar atención a las temperaturas perceptivas para equilibrar colores cálidos y fríos.
Una alternativa eficaz para resolver las tensiones propias del esquema supone generar una variante de la tétrada original (cuadrada) y volverla rectangular de modo de atenuar las disonancias más fuertes.
Al disminuir la distancia entre los pares complementarios de 90 a 60° aumentan las relaciones de analogía entre los colores más próximos, lo que deviene en una ampliación de las posibilidades en las variantes de uso.
Esquema en pentagrama
El pentagrama genera un conjunto de colores lo suficientemente distantes como para provocar un contraste vibrante, y lo bastante cercanos como para que su encuentro no sea disonante.
El esquema permite relegar parte del dominio del color básico para conseguir armonías más diversificadas y salir de la monotonía que puede atenuar el estímulo de la percepción.
Es importante tener en cuenta que éste, como los demás esquemas, es sólo un punto de partida para lograr comportamientos armónicos, y que cada elección particular requiere de la alteración indispensable para alcanzar las respuestas emocionales proactivas que se persiguen con el uso del color.
Esquema análogo
Los esquemas análogos son muy corrientes en los escenarios naturales y en la pigmentación de la mayor parte de los animales, en los que los colores más próximos al dominante actúan como soporte para enfatizarlo, y los más alejados proveen el contraste que produce el acento en la combinación.
También funcionan muy bien con la yuxtaposición de blanco, gris y negro.
Esquema monocromo
El empleo de una paleta monocromática proporciona múltiples posibilidades adicionales; así, por caso, pueden conseguirse gamas de tonos contrastantes para colores “difíciles” y mejorar su visibilidad, atraer la atención o incrementar la legibilidad en contexto.
El uso de colores monocromáticos proporciona una cohesión visual fuerte y puede ayudar a los objetivos de apoyo de la comunicación a través del uso del sentido connotativo del color básico.
La ausencia relativa de contraste en la tonalidad (lo que contribuye a eliminar las disonancias por diferencia de tintes) se compensa con las variaciones en el valor y la saturación que, bien articuladas, devienen tanto o más efectivas y no afectan a las personas con anomalías visuales cromáticas.
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