Servicio de Radiología (RAD) San Gerónimo

Humanización de los ambientes técnicos

Como parte del diseño de la imagen global del Grupo San Gerónimo (GSG), hemos encarado la renovación de los ambientes técnicos, administrativos, de internación, consulta, espera y circulación, dentro de los cuales la ambientación de las salas de Rayos X 1 y 2 del servicio de Radiología (RAD) constituye el paso inicial.

Uno de los postulados convenidos de antemano para la conformación de las constantes características de la marca GSG y de sus unidades funcionales asociadas es, luego de la imprescindible simplicidad formal y visual, el de la humanización de los signos, símbolos e imágenes constitutivos de cada uno de los lugares de intervención programada.

Base de la ambientación

Como criterio general, todos los temas de aplicación (incluidas las ambientaciones) se fundan en el tratamiento superficial según 2 variables, a saber:

  • colores planos coherentes con la paleta cromática de la unidad funcional
  • patrones visuales de elementos recurrentes

En el caso de las paredes y tabiques de las salas, creamos un patrón de aplicación basado en una hoja que se repite a intervalos regulares, en tanto construye simetrías de rotación sobre su centro, sin superposición y con continuidad del fondo para evitar problemas de registro en la colocación.

El resultado final es una base uniforme y equilibrada con un ritmo constante.

RAD: patrón de base de la ambientación.
El sustrato para el recubrimiento de paredes y cielo raso está basado en una plantilla repetitiva de hojas sobre un fondo uniforme de color plano, dentro de la gama de variantes monocromáticas de la paleta de la unidad funcional RAD.

Articulación visual interna de las salas

La variación particularizada en el ritmo de la ambientación se consigue mediante la interrupción de la monotonía del patrón estructural a través de la aplicación de asimetrías mediante composiciones autónomas que alteran de manera regulada la rigidez estática de las superficies.

A modo de ejemplos, se muestran diversas alternativas imaginadas para realizar una alteración programada a intervalos regulares, para evitar el aburrimiento o el cansancio que produce la invariabilidad en el tiempo (puede preverse el recambio de las composiciones una vez al mes, o cada 3 meses, en consonancia con las estaciones del año).