U-ERCVT: el lado del paciente

Frente a la complejidad natural de los orígenes, las causas, los síntomas y las consecuencias de los trastornos cardiovasculares, agravada por la información profusa, difusa y contradictoria que las personas reciben, parece conveniente hacer con la comunicación como con el ejercicio físico: fijar un plan, unas metas, y avanzar de manera progresiva y ordenada.

Y esto no refiere sólo a lo que se dice, sino más bien está pensado a la orientación de lo que el público recibe.

El paso inicial

Un primer avance en esta dirección es explicar, de manera concisa, cómo se lleva adelante un plan de evaluación del RCV; una vez expuestas las nociones más relevantes, la fase siguiente es involucrar directamente al paciente potencial en el desarrollo de su propio plan de estimación y control de la actividad física, ya sea por ausencia como por presencia.

Esto posibilita ampliar el universo de la población objetiva y llegar tanto a quienes ejercitan regularmente, como a quienes van a comenzar y a aquellos que no realizan actividad, o lo hacen de un modo casual y desorganizado.

La vida en línea

Los medios actuales (en especial Internet y los dispositivos móviles) permiten la creación y difusión masiva de instrumentos accesibles para cualquier persona, mediante los cuales se puede inducir a que cada uno cree su perfil personal.

El perfil es una suerte de ficha o historia en la cual van a cargarse los datos que se obtienen en cada etapa; esta subida paulatina facilita además que el individuo comprenda, paso a paso, los distintos conceptos y valores, incorpore nociones útiles, al tiempo que pueda visualizar la evolución de sus parámetros y recibir información significativa en la medida en que lo demande.

Lo ideal es que cualquier persona real pueda suscribirse de manera gratuita al sistema y tener su historial personal, con independencia de la existencia de una relación concreta con el servicio de Cardiología del Deporte; lo que se procura es la creación de un vínculo (atracción-interés) que en el futuro pueda consolidarse (deseo-acción).

La secuencia de suscripción deber ser simple, pero eficaz:

1. El individuo se registra luego de proporcionar datos fidedignos verificables (nombre y apellido, DNI, email, fecha de nacimiento, sexo, datos de contacto).
2. Una vez aceptado, completa un cuestionario sencillo con sus datos físicos más relevantes para el cálculo de la estructura corporal y otras valoraciones (estatura, peso, perímetro abdominal, circunferencia de la muñeca, etc.).
3. A continuación ingresa sus datos médicos esenciales en un formulario detallado (grupo y factor sanguíneo, información sobre enfermedades cursadas y antecedentes familiares, enfermedades crónicas que padezca, cirugías a las que se ha sometido, medicamentos que toma, alergias, etc.). Este formulario queda abierto para la incorporación de información adicional que pueda surgir en adelante (resultados de análisis y estudios, eventos clínicos, etc.).
4. Completados los datos de acceso al sistema, se inicia la entrada de información relacionada con la actividad física diaria total (tipo de vida que desarrolla, hábitos, horas diarias destinadas al trabajo, horas de descanso y sueño, tiempo dedicado a la actividad física extra, características de las diferentes actividades desplegadas).
5. En la medida en que se conforma una ficha más pormenorizada con la evolución en la carga de datos, comienzan a exhibirse distintos subsistemas de seguimiento y control de parámetros (gráfica de progresión de peso, IMC, alertas sobre riesgos eventuales, etc.).
6. Si bien todos los datos se mantienen en la más estricta confidencialidad, el usuario puede en todo momento decidir qué información hace pública o comparte con otros usuarios, lo que es de gran utilidad para la formación de grupos y comunidades de intereses afines.

Esta ficha virtual, en modo alguno reemplaza o restringe a la consulta y el seguimiento médico; por el contrario, de un modo sutil lleva a la valoración y sistematización de los controles, y a la apertura de la persona a reconocer y exponer su situación; al dejar un registro, la consistencia y veracidad de los datos es fácilmente verificable.

Variaciones semánticas

Surge aquí una disyuntiva crucial en los aspectos comunicables que tiene que ver con un desplazamiento del foco en la atención para moderar las connotaciones negativas que entraña la palabra riesgo.

Como ya se ha expuesto, el uso disruptivo de un término inquietante (riesgo) es sumamente útil en la imposición de la idea-fuerza que crea el par atención-interés.

Superado ese escalón primigenio, es imprescindible despejar las evocaciones refractarias y pasar a hablar de Evaluación Cardiovascular Total.

Con este giro, se robustece la sensación de que, conocidos y tratados los riesgos, se evoluciona hacia un estadio superador, sin por ello dejar de observar los factores que introdujeron la disrupción, en especial aquellos que pueden atenuarse, pero no revertirse.

La impresión general que debe quedar en la mente individual y colectiva es la de que el repertorio de acciones que se toma para encarar un problema serio como en RCV supone siempre un progreso eficaz.

El pasaje de la idea de un examen para la Evaluación del Riesgo Cardiovascular a la de un programa de Evaluación Cardiovascular Total implica, de suyo, salir de una situación de incertidumbre amenazadora para adentrarse en un escenario de resguardo controlado.

Si esto se efectúa en un contexto de acercamiento y captación de un público más mayoritario, los réditos de la comunicación se traducen en la vuelta o realimentación en forma de conocimiento de las singularidades y generalidades concretas de esa audiencia, lo que en suma puede tener gran utilidad para la valoración instantánea (corte temporal) y estadística.

Para los fines de la comunicación, el sólo conocimiento de la existencia del individuo y la constatación de sus características e intereses son datos de un valor superlativo. Si, además, establece una vinculación concreta con DXT que se traduzca en un posicionamiento de la marca en sus valoraciones personales, la meta se cumple con amplitud.