La Insuficiencia Cardíaca (IC)
La Insuficiencia Cardíaca (IC) –también insuficiencia cardíaca congestiva– se produce cuando el músculo del corazón no se llena (diástole), o no bombea (sístole) sangre de la manera en que debería hacerlo.
La IC genera fatiga intensa y puede provocar la acumulación de sangre en los vasos (venas y arterias) y causar edema pulmonar (líquido en los pulmones).
Determinadas dolencias, como el estrechamiento de las arterias del corazón (enfermedad coronaria) o la hipertensión arterial (HTA), pueden hacer que el corazón se torne progresivamente más débil o rígido, y no consiga llenarse y bombear de manera eficaz.
En algunos casos, el músculo cardíaco puede lesionarse y debilitarse, y los ventrículos dilatarse a tal punto que no pueden bombear de manera eficaz.
En otros casos, las cavidades ventriculares pueden esclerosarse y no llenarse de manera adecuada entre latido y latido, por lo cual no realizan su tarea adecuadamente.
Con el tiempo, el corazón ya no puede mantener las exigencias normales de bombear sangre desde y al resto del cuerpo, y resiente a todo el organismo.
¿Se cura?
La insuficiencia cardíaca es crónica y degenerativa, puede desarrollarse durante años, e incluso a lo largo de toda la vida, pero no tiene cura.
Las situaciones patológicas que más frecuentemente determinan los cambios sobre el corazón son la sobrecarga de volumen y la sobrecarga de presión, que generan, por un lado, una disminución de la contractilidad y, por otro, de la distensibilidad, lo que determina la hipertrofia cardíaca.
Aunque puede aparecer a cualquier edad, el riesgo de IC se incrementa con el paso de los años.
Si bien no es posible revertir todas las consecuencias de la insuficiencia cardíaca, los tratamientos pueden mejorar los signos y síntomas y prolongar la expectativa de sobrevida.
Los cambios –o hábitos, si son saludables– en el estilo de vida (como el ejercicio frecuente, la reducción del sodio en la dieta, el control del estrés y mantener un peso corporal adecuado) pueden mejorar la calidad de vida y atenuar los síntomas y consecuencias de la IC.
¿Qué características tiene el tratamiento?
El tratamiento de la IC se propone 2 metas básicas:
- Mejorar el estado de salud general del paciente
- Aumentar la calidad de vida de los usuarios
Tanto uno como otro objetivo requieren de un seguimiento planificado, preciso y continuado –que no puede limitarse a paliar las manifestaciones agudas– en el cual la participación del paciente y sus seres cercanos es vital.
En todo momento, los usuarios deberían poder reconocer la necesidad o no de las visitas no programadas a los consultorios externos o a los servicios de urgencia, así como aceptar la obligatoriedad de concurrir a las citas pactadas, a los controles por imágenes, laboratorio, nutrición, rehabilitación u otro tipo de estudio que corresponda sin falta, sobre todo luego de producidos episodios agudos.
En los casos más complejos o riesgosos, la planificación anticipada de la atención permite conseguir una interrelación fluida entre usuarios y prestadores para establecer preferencias en cuanto a los cursos de acción a seguir cuando el avance progresivo de la IC no pueda revertirse o inevitablemente entre en una fase terminal.
Complicaciones
La insuficiencia cardíaca no es una enfermedad en el sentido clásico sino un síndrome, un cuadro clínico cuyo pronóstico depende de la causa y de la gravedad, de la salud general del paciente, de su edad y otros factores.
Algunas de las complicaciones asociadas a una IC pueden ser:
- Insuficiencia renal: Al reducirse el flujo sanguíneo a los riñones, la IC puede provocar una insuficiencia renal si no se la trata a tiempo. El daño renal debido a la insuficiencia cardíaca puede requerir diálisis como tratamiento.
- Problemas valvulares: Las válvulas del corazón pueden funcionar en forma inadecuada si el miocardio está dilatado, o si la presión en el corazón es muy alta por causa de la IC.
- Arritmias: Los problemas en el ritmo cardíaco pueden ser una complicación asociada con la IC.
- Daño hepático: La IC puede provocar una acumulación de líquido que ejerce una presión excesiva sobre el hígado, dañarlo y generar cicatrices que dificultan su funcionamiento adecuado.
Los síntomas y la función cardíaca pueden mejorar si la IC es abordada a tiempo con el tratamiento adecuado.
Sin embargo, la insuficiencia cardíaca puede poner en riesgo la vida.
Las personas con IC pueden sufrir síntomas graves, algunas requerirán procedimientos extremos como un trasplante de corazón o ayuda con un dispositivo de asistencia ventricular.
Una proporción importante de pacientes con IC fallece como consecuencia de la irreversibilidad del cuadro general.
Tipos de IC
La IC puede afectar al ventrículo izquierdo, al ventrículo derecho, o ambos lados del corazón. En general, la insuficiencia cardíaca comienza en el lado izquierdo, específicamente, en el ventrículo izquierdo, la cavidad de bombeo principal del corazón.
Los tipos habituales de IC se clasifican según las características del fracaso cardíaco:
- Izquierda: Es la falla extendida del lado izquierdo del corazón, con una disminución marcada de la capacidad de bombeo, y se da especialmente en la IC aguda.
- Derecha: Es la falla extendida del lado derecho del corazón, con un aumento de la presión venosa y la congestión de los tejidos periféricos, miembros inferiores y abdomen, y de órganos como los riñones o el tracto gastrointestinal.
- Sistólica: Afecta al ventrículo izquierdo y disminuye su capacidad de bombeo.
- Diastólica: Afecta al ventrículo derecho e impide su relajación, lo que no permite el llenado completo.
A la vez, la IC puede ser crónica o aguda.
La IC aguda, al ser un proceso de rápido desarrollo, no llega a producir muchos de los eventos presentes en la IC crónica.
La IC crónica puede evolucionar desde la ausencia de síntomas mientras se desarrolla la disfunción ventricular, hasta un estado de discapacidad evidente.
Causas
Las causas de la insuficiencia cardíaca pueden comprender a virus que atacan al músculo cardíaco, infecciones graves, reacciones alérgicas, coágulos sanguíneos en los pulmones, el uso de ciertos medicamentos o cualquier enfermedad que afecte todo el cuerpo.
La insuficiencia cardíaca suele ser una consecuencia directa del daño o debilitamiento del corazón, aunque también puede ocurrir cuando se vuelve demasiado rígido.
Existen causas habituales que la originan, como la enfermedad coronaria, la HTA, la diabetes (DBT) o la obesidad.
En un corazón en apariencia saludable, aún cuando más de la mitad de la sangre que llena el ventrículo –eyección normal– se bombee con cada latido, puede producirse una insuficiencia cardíaca si el músculo cardíaco se ha vuelto rígido por afecciones como la HTA.
Las causas más habituales de IC son:
- Enfermedad de las arterias coronarias:La enfermedad de las arterias coronarias es la forma más frecuente de enfermedad cardíaca y la causa más frecuente de insuficiencia cardíaca; se debe a una acumulación de depósitos grasos (placas de ateroma) en las arterias, que reduce el flujo sanguíneo y puede provocar un ataque cardíaco.
- Infarto Agudo del Miocardio (IAM) o Angina de Pecho: Cuando el aporte de sangre –y por consiguiente de oxígeno– a través de las arterias coronarias es insuficiente, puede producirse una angina de pecho, una lesión del corazón cuya secuela puede provocar una IC; si la isquemia –la reducción repentina de la irrigación de las células cardíacas– causa la muerte (necrosis) del tejido cardíaco, se produce un IAM y como consecuencia inevitable una IC.
- Hipertensión arterial (HTA):Si la presión arterial es alta, el corazón tiene que esforzarse más de lo que debería para hacer circular la sangre por el cuerpo; este exceso puede hacer que el músculo cardíaco se vuelva demasiado rígido o demasiado débil para bombear sangre de manera eficaz.
- Válvulas cardíacas lesionadas o defectuosas:Las válvulas del corazón mantienen la sangre fluyendo en la dirección adecuada; una válvula dañada obliga al corazón a realizar un esfuerzo extra, lo que puede contribuir a debilitarlo.
- Miocardiopatía:El daño del músculo cardíaco puede tener muchas causas que van desde las congénitas a otras tales como enfermedades, infecciones, abuso de alcohol, el efecto tóxico de las drogas, o algunos medicamentos que se utilizan en quimioterapia.
- Miocarditis:La inflamación del músculo cardíaco, cuya causa más frecuente es un virus, puede provocar insuficiencia cardíaca izquierda.
- Defectos cardíacos congénitos:Si el corazón y sus cavidades o sus válvulas no se han formado correctamente durante la gestación, es probable que ocurra una insuficiencia cardíaca por el funcionamiento anormal del miocardio.
- Arritmias:Los ritmos cardíacos anormales pueden hacer que durante ciertos períodos, y sin causas normales aparentes, el corazón lata demasiado rápido (lo que le crea un esfuerzo adicional) o demasiado lento (lo que disminuye su eficacia), e inclusive comience a temblar convulsivamente (fibrilación)y así provocar una insuficiencia cardíaca.
- Déficit de vitamina B: La deficiencia en complejo B (que se presenta con frecuencia en pacientes con DBT que no lo absorben correctamente) deriva en sarcopenia, un trastorno que disminuye la masa del músculo cardíaco, el adelgazamiento de sus paredes y la fragilidad.
- Otras enfermedades:Las dolencias crónicas, como la DBT, las secuelas del HIV, el hipertiroidismo, el hipotiroidismo o una acumulación excesiva de hierro (hemocromatosis) o de proteína (amiloidosis), también pueden contribuir a provocar la insuficiencia cardíaca.
Factores de riesgo de IC
La combinación de factores aumenta las posibilidades de que se origine una IC, aunque un único causante ya es suficiente para producirla.
Los factores de riesgo más comunes son:
- HTA: El corazón se esfuerza más de lo que debería si la presión arterial es alta.
- Enfermedad coronaria: Las arterias estrechadas pueden limitar el suministro de sangre al corazón y debilitarlo o necrosarlo.
- Ataque cardíaco (Infarto Agudo del Miocardio): Es una forma de enfermedad coronaria de manifestación repentina; el daño al músculo cardíaco por un ataque cardíaco puede significar que el corazón ya no pueda bombear de la forma correcta.
- DBT: La diabetes aumenta el riesgo de tener presión arterial alta y contrarer enfermedad coronaria. Se ha descubierto que algunos medicamentos para la DBT pueden aumentar el riesgo de insuficiencia cardíaca en algunas personas, aunque primero debe ser estudiado.
- Algunos fármacos: Determinados medicamentos pueden provocar insuficiencia cardíaca, como los antiinflamatorios no esteroides (AINE), ciertos anestésicos, algunas drogas para la arritmia cardíaca, ciertos anti hipertensivos, como también los fármacos utilizados en el tratamiento del cáncer, las afecciones sanguíneas, los trastornos neurológicos y psiquiátricos, las afecciones pulmonares y urológicas, las afecciones inflamatorias y las infecciones, e incluso algunos de venta libre.
- Apnea del sueño:La incapacidad para respirar de manera adecuada durante el sueño genera bajos niveles de oxígeno en sangre y un mayor riesgo de tener ritmos cardíacos anormales que pueden debilitar el corazón.
- Defectos cardíacos congénitos:Algunas personas que manifiestan insuficiencia cardíaca han nacido con defectos cardíacos estructurales que las predisponen.
- Valvulopatías:Las personas con enfermedades en las válvulas cardíacas corren mayor riesgo de padecer insuficiencia cardíaca.
- Endocarditis:Las infecciones del interior del músculo cardíaco por bacterias, hongos u otros gérmenes –cuya causa exacta es difícil de determinar– pueden generar insuficiencia cardíaca.
- Virosis:Una infección viral puede dañar el músculo cardíaco.
- Abuso de alcohol:Beber alcohol en exceso puede debilitar el músculo cardíaco y provocar insuficiencia cardíaca.
- Tabaquismo:El uso de tabaco aumenta el riesgo de padecer insuficiencia cardíaca.
- Obesidad:Las personas con sobrepeso corren mayor riesgo de padecer insuficiencia cardíaca.
- Arritmias:Los ritmos anormales, en especial si son muy frecuentes y rápidos, pueden debilitar el músculo cardíaco y provocar insuficiencia cardíaca.
Consecuencias generales
La IC es un síndrome que representa un problema serio para las personas, los círculos sociales en los que se desenvuelven, los sistemas productivos y la calidad de vida, ya sea en su manifestación crónica como en sus fases agudas.
Desde el punto de vista de la salud pública y privada, laboral, familiar y social, la IC –una pandemia global, incrementada por el aumento en la esperanza de vida y el crecimiento demográfico– produce cargas económicas gravosas debidas al detrimento en sí del paciente, las internaciones reiteradas y la necesidad de una atención médica frecuente.
La IC impone limitaciones funcionales severas que disminuyen la calidad de vida general, la capacidad productiva y las facultades motrices del afectado, que demanda ayuda y asistencia para una enorme cantidad de tareas cotidianas.
Más de la mitad de los pacientes que sobreviven a una IC vuelve a la internación antes del primer año.
La meta central de la UIC respecto a la IC se resume en 3 objetivos de mínima:
- Mejorar la calidad de vida de los usuarios
- Disminuir la tasa de re internación
- Reducir la tasa de mortalidad
El manejo de la enfermedad, la evaluación funcional del paciente, la compensación de los desequilibrios en la calidad de vida, el seguimiento, las evaluaciones médicas, farmacológicas, nutricionales y de monitoreo a través de dispositivos, y la planificación anticipada, son los cimientos para una comunicación eficaz e integradora que modere las conductas de usuarios y prestadores respecto a las consecuencias generales.
El cuidado y atención puestos en la comunicación para la información, difusión, prevención, detección, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación se constituyen en recursos fundamentales para la neutralización o la moderación de los efectos adversos de este padecimiento.
La UIC deberá hacer un uso planificado y responsable de la comunicación para optimizar su misión específica.
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